Gerardo Martínez convocó a que todas las CGT "tengan la oportunidad de sentarse". Y dijo que los dirigentes gremiales deben aceptar el debate y el disenso.
El secretario general de la Unión Obrera de la Construcción (Uocra), Gerardo Martínez, convocó ayer a la formación de un sindicalismo “unido, moderno y abierto al disenso” en el congreso anual de delegados que se realizó en Mar del Plata.
El dirigente se mostró preocupado por la “debilidad” y la escasa “reacción” que los sindicatos están mostrando en distintas partes del mundo ante la “avanzada de los empresarios y las corporaciones”, por lo que reclamó avanzar hacia la unidad.
“Por eso Uocra ha encarado desde hace más de un año, con los riesgos que eso implicaba, un proceso de unidad del movimiento sindical. Creo que en la Argentina necesitamos que todas la CGT tengamos la oportunidad de juntarnos, de constituir una sola conducción. La unidad hace la fuerza y nos da la oportunidad de tener una autocrítica y un accionar programático”, aseguró.
“Debemos ser tolerantes entre nosotros. No debemos ser tan fanáticos de decir ‘con este no voy a hablar nunca más ni voy a tener la oportunidad de sentarme'”, agregó.
Martínez dijo que todos los dirigentes tienen “virtudes y defectos”, y apuntó: “No podemos responder a esa lógica de ser enemigos cuando debemos buscar el camino de la unidad y de trabajar a conciencia para representar con dignidad los derechos de los trabajadores argentinos”.
En una reflexión que empezó por la “precarización” de las definiciones y los debates de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Martínez se mostró preocupado ante “la debilidad” de los sindicatos centroamericanos. “El sindicalismo no tiene fortaleza, no tiene capacidad de reacción, la gente no está con el sindicalismo”, comentó.
Es cierto que aludía a otra zona del planisferio, pero la advertencia parecía para los dirigentes sindicales argentinos: “El sindicalismo se fue sectorizando por la violencia, el fanatismo, la soberbia, por creerse los dueños de la verdad. Son fallas que tenemos a veces los dirigentes sindicales y la gente se va corriendo”. A su entender, al folklore y la militancia hay que “sumarle contenido”.
“En un momento en que una noticia de hoy mañana es vieja, indudablemente el sindicalismo debe tener una mirada moderna, una mirada que no se mire así mismo, de cómo vitorearse o fanatizarse de lo que uno tiene. Sería un error gravísimo”, alertó.
“Eso es parte de la militancia, pero nada más. No le podemos dar más precio que eso”, agregó, y enseguida advirtió que “ese sindicalismo se va degradando, va perdiendo contenido, va perdiendo adhesión”.
En cambio, alentó a construir “un sindicalismo abierto, del debate, del disenso, de la verdad relativa”, en el que todos puedan conversar y sepan escucharse para “plantear nuevas ideas”.
También sugirió a los dirigentes gremiales no caer “en actitudes demagógicas”, y estableció un límite para la participación en su gremio: “No queremos coimeros ni traidores”.
Arroyo habló ante los más de mil delegados congresales
El intendente Carlos Fernando Arroyo participó anteanoche de la fiesta de inauguración del 27° Congreso Nacional Ordinario de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra) que se desarrolló en Mar del Plata y fue reconocido por el titular del gremio, Gerardo Martínez.
En este contexto, el jefe comunal les habló a los más de mil delegados congresales que llegaron de todas partes del país como también a las autoridades de la Unión.
“Como ya lo he dicho, no voy a alambrar Mar del Plata como algunos quieren. Las puertas están abiertas para las inversiones porque queremos que General Pueyrredon crezca y sea la número uno del país en materia turística”, señaló, acompañado por la secretaria de Desarrollo Social, Vilma Baragiola, y el director de Asuntos de la Comunidad, Marcelo Carrara.
“Para nosotros fueron palabras muy importantes”, agregó el secretario adjunto a nivel local, César Trujillo. “Todo lo que sea para el desarrollo de la ciudad y genere trabajo, el gremio estará al lado del intendente”, agregó.